29 de marzo de 2022
Adiós a Gustavo Zavala de Tren Loco
Lamentamos comunicar la partida de Gustavo Zavala, bajista, compositor, fundador de Tren Loco y un líder sin comparación que supo ser humilde tanto arriba del escenario como en lo cotidiano. Amigo de la amistad y un gran luchador que batalló hasta el final contra el cáncer.

En esta ocasión no vamos a escribir un articulo sobre Gustavo, contando su obra o centrándonos en la batalla que llevó adelante contra una enfermedad que invade mucho más que la salud, que no da cuartel, pero que no logró jamás, que Gustavo Zavala pierda su característica humanidad. Hoy vamos a brindarles las palabras de cariño, de respeto y admiración, que solo un amigo puede brindar. Nuestro homenaje a Gustavo, bajista, fundador de Tren Loco y humano, recibido con honores, serán las palabras de Gito Minore, escritor, profesor de filosofía y miembro del Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre Heavy Metal Argentino (GIIHMA), que desde el amor y la amistad le regaló estas líneas.
¿Cómo agradecer con unas líneas todo el bien que obraste?
Desde hace mucho te convertiste en mi héroe y lo supiste. Pero siempre le esquivaste al bulto de la adulación y la alabanza estéril, la misma que otros en condiciones similares o inferiores que las tuyas, sí hubiesen aceptado. Porque entendiste mejor que nadie que los héroes están allá lejos, y vos preferiste quedarte cerca de toda la gente que te quiso y quiere. En el “barrio bajo”, como le decías. Por eso, más allá de cualquier virtud que pueda resaltar, no puedo más que celebrar tu característica esencial de ser un gran amigo. Uno de esos que valen oro. Y en mi caso, uno de los poquísimos que tuve.
Un amigo que te abre la puerta de su casa y de su obra, y deja que te sientas cómodo en ambas; que enseña desde su experiencia pero que comparte de igual a igual, escucha tu poco conocimiento, y también aprende. Un amigo que señala rutas, tiende puentes y camina con vos. Pero sobre todas las cosas, un amigo que se ríe, que siempre encuentra una excusa para la carcajada.
No te miento, ¿para qué? Desde aquella noche de 1995 que te conocí en el Winners de Flores hasta el miércoles pasado que fue la última vez que nos vimos no he dejado de admirarte. Además de ser un gran bajista, compositor, y escritor, supiste ser un excelente ser humano. Siempre tuviste un gesto, una palabra, una sonrisa, un consejo y un chiste para mí y para todos los que tuviste cerca.
Te digo gracias y sé que me quedo corto.
De tantas vivencias que compartimos en estos veintipico de años, esta es la más triste. Nunca pensé tener que despedirte.
Descanzá en paz, gran amigo mío. Siempre que te recuerde, volveré a ser ese muchachito ilusionado que cruzaba corriendo la General Paz, a medianoche, con un cuaderno bajo el brazo para ir a tu casa de la Loma a pergeñar juntos una historia colectiva del heavy metal y cagarnos de la risa hasta cualquier hora de la madrugada.

Gito Minore
Escritor, poeta, amigo de VitalRadio.